Pornoesia

Nosotr s, cuerpos palpitantes que habitan el jugoso y mojado goce de cada papila, lamiendo el
corazón de un pezón hasta la parte más caliente de las babas que hacen una avenida en el ombligo, nos oponemos a que el PORNO se haga con el monopolio de las Fantasías y el Deseo. Soñamos placeres indefinidos creyendo firmemente en la Lujuria Marginal que reviste nuestrXs cuerpAs y abren las puertas del espíritu. Declaramos desde el mismo fulminante Tropel por la justa causa del placer hasta la desobediencia del amor como un gesto de rabia, la pornografía es grande y hay para todos.

Nos oponemos también a que la sociedad de señores que emparolados y metiendóla toda hasta el fondo con la represión, censura y sevicia, sigan abusando de cuerp3s que hierven y brotan en las noches de cada rincón (y esquina y pliegue de la piel) del trópico que huele a besos iracundamente fluviales y deliciosos sexos desfrutados.

Morbo como para qué en este mundo del Espectáculo. ¿Más mentiras? ¿Escribir sobre este pene-pincel-esfero? Solo es otra superficie del placer que es alienada por la parodia del Uno. Privilegio sobre privilegio en este juego de dar voces a las formas. Angustia de no saberse humano… claro, en algo consistía esto de ser una persona en el mundo. Pero ya no importa. ¿Es mejor masturbarse con estos poemas? ¿Divertir la muerte con el cuerpo?
Casi somos todas las vidas de todas las historias de todas las cosas del planeta, así que ya no importa ser dios o ser la luz o el demonio o una femmefatal o un donjuan o un súcuboebrio o una aberración alienígen3 o un alienado o un arrinconado o una bacante del corifeo o un c(r)yborg asexual sin definirse ante nadie ni nada porque nada es lo suficientemente importante.
Se incendiaron los géneros por tanta violencia. Porque la historia que llevan nuestras frutas está untada de sangre. Arde la represión de nuestra hambre, de ese voraz apetito de vida. Por eso no importa si todos llevan una castración imborrable en sus rostros. Solo son fantasmas de máscaras de pantallas. Pantallas de máscaras de fantasmas…
La desnudez es la única salida.

pornoteatro-góticoparamal
solo en cines las calles en las garras
es un falo gigante que destroza el mundo
y lleva las uñas sucias de microbios nauseabundos
y el sombrero roto de tantas cuchillas fatales

otra bomba que cae sobre la tierra
otra masacre del dios pene sobre sus esbirros

¿mi vaginA es una escultura del Diablo?(mejordelorgasmoangelicaldelasnubes)
¿mi vergA un báculo para gobernarlos?(mejorunavaritamágicadechocolate)

mi CuerpO ¿elcaminodelanoche?
mi deseO ¿eltriunfodelPecado?

un dos tres por el macho detrás del escrito(rio)
ese revoltijo perverso que sentencia
la quietud de la intimidez
ante la verga que se erige en el olimpo

despertó Venus de las impúdicas ostras de la espuma
y era una amazona-negra-homosexual
trans-indígena-latina-irreverente y pobre
era El Venus atracándote un beso en la noche de las comodidades

¡por el derecho al orgasmo, toda una vida de arrechera!
¿hasta cuándo?
¡hasta que se venga!
¿hasta dónde?
¡hasta en la tropical y húmeda casa de la abuela!
¿y si es necesario?
acá mismo
O
¡en el parque del barrio!

Aprovechando la soledad que nunca abandona la habitación en donde deposito mis más infernales pajas, nos botamos a la cama para comernos como nunca. Como nunca porque siempre había sido de la mierda, a pesar de no querernos sólo servidos sobre la mesa. Ya ni siquiera nos tomamos la romántica molestia de quitarnos la ropa mutuamente, como si al terminar ella fuera a ponerme los calzoncillos y yo a amarrarle los zapatos. En par boliones ya estaba encima de ella, dispuesto a resbalar mi báculo sobre su concha de mar. De mar porque estaba tan salina que hoy tengo problemas de hipertensión. Iba a ser un sexo apestoso, pues la cabeza de mi verga parecía una mazamorra y su cachufla estaba más ácida que jugo gástrico. Las ganas de babosearnos los genitales y ponerlos en húmedo contacto antes de que la vagina se le volviera una cueva de arena, no dio tiempo de ir por ningún traje espacial con lubricación extra. Con torpeza intenté ponerle la sangre como fuego, mientras ella hacía todo lo posible por mojarse; se veía hasta tierna intentando darme una mano. El dolor inicial producido por un frenillo corto acortó y le puso freno a la estúpida escena porno casera sobre una cama sin tender y llena de ropa sucia. Me negué a retroceder de nuevo, aquella vez teníamos que follar como en nuestras conversaciones cuando nos poníamos borrachos y cachondos, cuando todo era fantasía sin tocarnos. Así que, de la misma manera que escribo, terminé de introducir el pulso de mi pene chueco en su no-lo-suficientemente mojada vaginita y descargué con demasiada vacilación mi espíritu carroñero que se alimenta de lo que yo mismo he matado: sus ganas de follar conmigo. Pues claro, cómo no va a querer dejarme si nunca obtuvo de mí lo que tanto le hacía sentir su novio cuando culeaban. El tipo podía ser un imbécil, pero tiraban toda la noche y hasta dos veces en un día. Ella me lo contaba medio ebria con los ojos hacia adentro y mordiéndose los labios. Yo en cambio no podía evitar el dolor de huevas todo un día después de que se golpearan dos o tres veces contra sus nalgas. Severo huevón… Allí íbamos de nuevo. Unas cuantas metidas y sacadas y todo terminó en una eyaculación contenida en mi mano derecha (porque soy manco de la izquierda y le llenaría el ombligo de semen [y a ella sólo le gustan los body shots con chorro y yo no había bebido licor en mucho tiempo porque ya la vecina no me fia más]). Entonces miró preocupada al techo. Luego preguntó con frialdad que si tuve los reflejos para reaccionar y sacarla antes de venirme. Sí, puedes estar tranquila. Ya quisiera yo que haya bastado con explicarle mi precocidad prostática para que no mirara con decepción luego de embutírselo con tan penoso presagio. Ya quisiera yo que mi acelerado compañero genital no tuviera que aguantarme la frustración de no poder suplir con mis deseos de copular en múltiples posiciones, porque siempre me tocó el misionero y acababa antes de imaginar la siguiente acrobacia. Ya quisiera no ser un triste ascético por culpa de este dedo que tiembla frente al gatillo de mi miembro; no terminar a la velocidad de la luz sólo para que ella lo disfrute, porque siempre hizo mala jeta ante este patético defecto. Pero nunca pude ser el hombre completo para ella. Pues que se joda, no la necesito. Puede seguir sacándole el culo a su novio para no tener que escucharlo, porque ése también es un carente. Mi hedonismo no discute con mi diligencia y yo no es que sea alto ni tengo tacones, pero sí tengo mucho lalala… es más, sólo lo bueno muere joven gonorreas!

Rápido y Frustroso
Por: Pablo Ángel

Reminiscenias
Por: Belial Perrogruya

Infierno húmedo paraíso ardiente.

Sólo las inmaculadas putas escarlatas merecen el fuego del inframundo
Aun no estoy listo para jubilarme en el cielo
Sé que no soy aquel que tú crees y tú apenas te pareces a lo que pienso de ti
Vamos acercándonos al límite. ¿Y luego qué?

El diablo me enseño
que la mejor forma de llegar al cielo es montando angelitos con furia
Tu mi musa motherfucker ponme el arma ¡Follame duro! Suavecito mamarla
Como Narciso me entrego a tus lagunas cristalinas donde se hunden mis reflejos
Es extraño, pero te extraño, justo cuando estoy cogiendo con otras

Vuelvo a casa cansado de Dionisio, Afrodita y el trance
Poeta maldito escupiendo fuego, saliva, semen y romance
Las mujeres que ame tracendieron en mi infamia
Vomitar este cariño anorexia, tatuar mi nombre en tu historia

Todo es mentira, menos tu epidermis El dolor y el goce de ser animales
Solo quiero fundirme con Hipnos El amor y el cristal son instantes
Malabar de posiciones como tetris Huracán de energías sexuales
Gónadas que concentran la magia. Yo ardiendo en tu efímera gloria
Calma mi ansia, con besos anestesia morir en tu sexo dulce eutanasia
Tenerte un instante me sentencia a tener que follarme a tu ausencia.

Derrama el ego cerdo, enciende libido. Sensual cinismo al profanar lo divino
Hoy te tengo y me precipito, con mi semen te bendigo. Soplándote el suplicio
Me reconcilio al vacío, cerca del destino, emborrachó el ansia y grito:
¡Estoy vivo! ¡!!!!!!!!!! Squirt, bukake, de perrito, cunilingus!

Ritmos, fogata y mi labia bajo aguacero de ninfas sin sobrilla
Rituales de Pan y bien venidas, coraza lista para nuevas heridas
Volver a casa borracho Altar de musas mi memoria
Mastúrbar las cicatrices Recitar blasfemias con alebosia
Amanecer solo, ausente y triste Lentamente me moría

Ahora es tarde para amarte, se acabó el truco
Tú te vienes ¡Te vienes! y te vas a tu país.
Corazones cobardes, charlatanes ilusos
Yo me vengo ¡Me vengo! a derramar en otro cáliz
El apokalipsis es inminente, la farsa del coito nos vacía

Genocidio en la boca del amante
Sinceridad es, lo que nadie quiere oír
Te doy mi fuego, mi verso, mi carne
Devórame el alma, es tarde para huir

Huye ahora amada mía
O llorarás durante el coito
¡Muere conmigo ninfómana querida!
Evoca catarsis en gemidos.

Yo, soy amante que ofrenda su sangre
Si lo vale el instante
Soy el hombre que alumbra tu sombra
Saciemos el hambre

Tu mi diluvio de orgasmos
Yo el placer que te duele
Tu mi princesa celestial mancillada
Yo el infierno que extrañas
Tú, ángel carnal que sacrifico
Yo el pecado que te salva

¡Arde, arde droga santa!
Tu mi bruja chupa chupa chupa miedos
¡Fluye, fluye magia blanca!
Yo leviatán de tu recuerdo

INFIERNO HÚMEDO PARAÍSO CALIENTE
POR: VOS KABRÓN

BIZCOCHO DE ANGEL
(15 porciones)
16 claras de huevo ½ cucharada de escencia
de vainilla
3 cucharaditas de crémor
tártaro CUBIERTA
1 ¾ tazas de azúcar ¾ taza de mantequilla
licuada 3 cucharadas de azúcar en
½ tazas de harina de polvo
trigo cernida 4 veces
2 cucharadas de polvo de 6 cucharadas de leche
hornear cernido 4 veces
½ cucharadita de sal
cernida 4 veces

Vibra tu piel bajo el sol de las cuatro
puedo sentir el sabor fluorescente
al pasar mis dedos por el desierto
que rodea el oasis de tu boca,
se baten las claras de nieve hasta que estén
duras,
pero no secas, te humecto poco
a poco en círculos mientras tu pecho
acaricia mi cordillera lumbar,
se agrega el crémor tártaro
y el azúcar, tu azúcar llega hasta el fondo
de mi garganta sin dejar de batir
hasta que estén brillantes tu lúbulo
y mi lengua en intermitente espiral

poco a poco, pasito el polvo
sobre mis costillas crujientes
y el baile de tus dedos ahogados
en las saladas dunas de vainilla,
mezclando se pone al fuego líquido
un calor que recorre mis piernas
pasito,
camina por el fémur y se sube
por mi pelvis, oasis de azúcar
se bate bien y se agrega la leche,
revolviendo hasta que espese se cubre
el bizcocho ya frío
con hilas de caramelo se adorna.